En muchas ocasiones sufrimos una caída aparatosa de nuestro iPhone y la pantalla sale ilesa. Y, sin embargo, con una caída sencilla, la pantalla se fractura en mil pedazos. Reparar la pantalla del iPhone en esas ocasiones parece misión imposible, pero no lo es.
Son muchos los factores que influyen en el nivel de resistencia de las pantallas: El estado del chasis, el tipo de protección de pantalla que emplees, el tipo de suelo sobre el que ha caído el dispositivo, la fuerza con la que cae o la altura desde la que se precipita.
Sin embargo, hay un factor fundamental a tener en cuenta: el tipo de pantalla del iPhone.
Tipos de pantalla
Las pantallas de los iPhone constan de una parte de cristal y otra de LCD, tecnología encargada de mostrar el color y la imagen. No obstante, desde que Apple lanzara el iPhone X y en todos los modelos posteriores (a excepción del XR y el 11), las pantallas están formadas por cristal y una versión actualizada del LCD, llamada OLED.
Pantalla LCD
Las pantallas LCD son pantallas de cristal líquido. Están formadas por una serie de cristales líquidos que se iluminan con una luz de fondo. Como ya hemos mencionado, estas pantallas eran las más empleadas por Apple hasta hace bien poco.
De las pantallas LCD surgieron las pantallas LED, un tipo de material similar, pero que cuenta con una diferencia fundamental. Las pantallas LCD precisan de una lámpara fluorescente para la retroiluminación de la misma. Sin embargo, las pantallas LED obtienen la luz de un diodo o emisor de luz. Esto hace que las pantallas LED requieran menos energía para su funcionamiento.
Además, debido al empleo de la retroiluminación LED, estas pantallas son mucho más finas que las LCD.
La principal ventaja de las LCD frente a las LED es que las primeras soportan mejor la luz del sol, al tener la fuente de iluminación en la parte trasera.
Pantallas OLED
Las pantallas OLED no requieren un panel de iluminación, sino que disponen de materiales orgánicos que emiten luz por sí mismos cuando se les aplica electricidad.
Es decir, las pantallas OLED encienden y apagan cada uno de sus píxeles de forma independiente.
Las pantallas OLED son más delgadas, ya que requieren menos capas para su fabricación y funcionamiento. Además, son más eficientes en materia energética y son más flexibles.
Esta actualización permite una implementación de la calidad de la imagen, pero resta resistencia. Es decir, más calidad, pero también más sensibilidad. Es por eso que, si disponemos de los modelos más actualizados de iPhone, es imprescindible emplear una protección mucho mayor si no queremos ver la pantalla de nuestro móvil fracturada.
Si has sufrido un accidente, no dudes en acudir a MiMacService. Reparar la pantalla de tu iPhone es posible.